Hoy me dí cuenta que el amor de mi vida es una mujer,
Sí, una mujer.
Hoy me dí cuenta que lo nuestro es algo muy grande,
algo que las dos disfrutamos.
Esas manos que son pequeñas,
esas manos que en una caricia transmite más que amor,
esas manos que me gustan tocar.
Ella que me cuida y protege,
ella que se robo mis miradas desde un inicio,
la que con su sonrisa puede cambiar mi mundo
y la que con sus lágrimas puede hacer que me convierta en guerrera.
Su sonrisa es lo más bello,
sus lágrimas lo más amargo.
Ella, la que me deja cartas bajo la almohada,
la que sabe cuando le miento,
la que sabe que mi alma no está en calma pero calla,
calla esperando a que grite,
calla esperando a que hable.
La que sigue en mi camino aunque yo me haya querido salir de este,
ella la que silencia por no gritar.
Ella a la que siempre voy a amar.
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